Yo me pongo a pensar en aquella primera proyección de los Hermanos Lumiere con el tren viniendo de frente a toda leche y todo el público flipando y saliéndose de la sala con el perrete asomando el hocico. Luego pienso en la obra de Cameron, Avatar, que falta naimenos para que salga y me pregunto "Como dicen que va a revolucionar el cine, ¿saldremos de allí también nosotros chalaos perdíos, pegándole al de alante para escapar de la sala?". Y con esa duda en la cabeza me puse a buscar y voy y me encuentro con unas declaraciones del propio director (absolutamente reales) que realizó para el New Yorker:
- “Aclarémonos. Hay una clasificación por encima de ‘estar buena’, que es “estar buena que te cagas”. Zoe Saldaña está buena que te cagas. Los tíos se van a poner palote con un personaje que son píxeles compuestos por ‘unos’ y ‘ceros’."
Si James Cameron lo dice pues no sé, habrá que pensarlo seriamente. A mí me pasó algo similar ya con el T-1000 de Terminator 2 y, por supuesto, con nuestro amigo Arnold.
* Por supuesto.
3 comentarios:
Tio, me encanta tu blog.
Habría que comprar las entradas ya no? Lo que sea con tal de que los gafapastas no inunden el cine
Yo como vea a un gafapasta por la misma sala en la que yo estoy... es que... ES QUE... MMmMmPhHh!!
Bueno, aunque quizás debamos tener cuidado, ya que alguno de nosotros pueda serlo y no queramos admitirlo xD.
Por cierto, gracias por seguir pasándote por el blog!!
Yo es que me cago en los gafapasta...
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